Si cada vez que ingieres bebidas frías o calientes o cuando
comes algo dulce, sientes una punzada breve pero aguda, entonces padeces
sensibilidad dental. También conocida como hipersensibilidad, se trata de un
problema bastante común. Pero su solución es sencilla y está a tu alcance si le dedicas la atención que
merece.
La hipersensibilidad es, por lo general, temporal y se
reduce rápidamente. En aquellas ocasiones en que es muy severa y persistente se
requerirá un tratamiento odontológico especializado.
Causas de la sensibilidad dental
En primer lugar, y para entender por qué se produce la
sensibilidad dental, hay que conocer la morfología de nuestros dientes. Cada
pieza dental está compuesta por tres partes básicas. En la zona más profunda
encontramos el nervio. Sobre él, protegiéndolo como si de un caparazón se
tratase, se encuentra la dentina. Ésta, a su vez, está recubierta por el
esmalte. Puesto que el esmalte no posee terminaciones nerviosas, la
sensibilidad dental se producirá cuando la dentina quede expuesta.
Básicamente las causas de la sensibilidad son cuatro:
En primer lugar, la abrasión, o lo que es lo mismo, la
pérdida del esmalte por el roce de un objeto. El motivo más común es una
incorrecta técnica de cepillado. Un cepillado de dientes brusco o agresivo
puede provocar una recesión o pérdida de las encías y que la zona cervical del
diente (el cuello) quede al descubierto.
En segundo lugar se encontraría la atricción o el desgaste
exagerado producido por el contacto diente con diente, ejemplo de ello puede
ser el bruxismo.
La erosión sería el tercero de los motivos causantes de la
hipersensibilidad. Los agentes químicos causantes de la erosión de esmalte
dental pueden encontrarse en dietas ricas en alimentos con una elevada acidez,
en ciertos productos que se utilizan en los blanqueamientos o en los ácidos
gástricos. En este sentido, es frecuente encontrar casos de sensibilidad dental
puntual en enfermos de bulimia o en mujeres embarazadas que manifiestan vómitos
recurrentes durante el período de gestación.
Por último, ciertos procesos odontológicos como la
ortodoncia pueden ser la causa de la recesión gingival o de encías que, a su
vez, desembocaría en la sensibilidad.
Existe la falsa creencia de que otros procedimientos, como
la limpieza bucodental o el tratamiento periodontal también provocan la pérdida
de encías y, por tanto, hipersensibilidad. En este punto es preciso aclarar que
el causante de la sensibilidad es el sarro acumulado en el cuello de los
dientes que, tras su eliminación por parte del odontólogo, puede dejar al
descubierto la zona cervical.
Tratamiento de la hipersensibilidad
“Estudios médicos recientes aseguran que el 75 por ciento de
las personas que padecen hipersensibilidad no utilizan un dentífrico específico
para ello. Sin embargo, un gel apropiado puede aliviar de manera instantánea y
duradera la sensibilidad”, asegura el doctor Héctor Suárez Díaz, odontólogo y
especialista en Salud Oral de la clínica Navas Dental de Alicante.
Y añade, “los dientes sensibles pueden ser indicio de otros
problemas dentales que necesitan de la intervención de un dentista como, por
ejemplo, la caries. Por ello, siempre recomendamos la visita a un especialista
que diagnostique la causa de dicha sensibilidad y que dé al paciente el
tratamiento adecuado”.
Existen casos especiales en los que la caries o el cepillado
incorrecto provocan tal erosión y desgaste del cuello del diente que es
necesario llevar a cabo un empaste que produzca el sellado permanente de la
pieza. Esto evitará la hipersensibilidad y, además, mejorará la estética de la
sonrisa del paciente pues el diente recuperará su forma y aspecto originales.
Si ninguna de estas técnicas funciona de manera
satisfactoria, el odontólogo realizará una endodoncia, es decir, desensibilizar
el diente de una forma permanente mediante la eliminación del nervio. En
cualquier caso, lo recomendable es realizar una visita al odontólogo cada seis
meses o un año para que él compruebe la evolución de la zona tratada. Y al
contrario de lo que muchas personas puedan pensar, el coste económico de un
tratamiento para aliviar la sensibilidad dental en un centro odontológico es
mínimo para el paciente.
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